Yo propongo que nos dejemos de tonterías y vivamos ese sueño que tanto anhelamos. Simplemente, debemos entender hasta qué punto podemos excedernos. Fijaos en Carrie, de la serie Sexo en Nueva York. Ella lo hacía genial, o más bien los estilistas de la serie, ya que, incorporaban las últimas colecciones de alta costura de las marcas en la vida de la protagonista. Era una continua pasarela e inspiraba hasta al más insensible.
Tenemos que arriesgar y lucir, por fin, vestidos que abulten o plumas en la cabeza. Siempre, claro está, con gusto y elegancia. No hay que acobardarse, o ¿es que lo hace Olivia Palermo cuando viste esas larguísimas faldas? O, ¿Miroslava Duma cuando aparece enfundada en color y esnobismo? O ¿Ana Wintour con su personal corte de pelo? Desde luego que no.
El otro gran problema de la gran costura es el precio. Desde luego, no todas podemos permitirnos gastar tantísimo en unos manolos, pero sí podemos ser un poco listas y encontrar la belleza en prendas más económicas.
Como esta maravilla, de Primark. Una falda midi de cuero que, combinada con una maxi collar, podría lucirse en cualquier fashion week.
O esta cazadora de charol, de Zara. Con estructura y muy combinable. Da muchísima personalidad a cualquier look y parece bastante cómoda.
Este abrigo, de Sfera. ¿No os recuerda a la vestimenta de las it girls rusas? Solo colocándote un tocado original y unos zapatos de tacón, parecerás una de ellas.
Arriésgate a vestir como siempre has soñado. Esta temporada es posible.