miércoles, 3 de junio de 2015

Entrevista con el diseñador Diego Estrada


Elegancia y saber hacer, dos características que definen a la perfección los diseños de Diego Estrada. En 2013, con solo 23 años, presentó su colección en la pasarela Ego de Madrid y, desde entonces, son muchas las que confían en sus manos. 

Estudió diseño en el IED y ha trabajado para importantes figuras de la moda como Juanjo Oliva, David Delfín y Nacho Aguayo. Su sencillez hace que destaque y su buen gusto llena de vida sus vestidos. Este extremeño promete, ya lo han decidido sus seguidoras.


¿En qué te inspiras para crear tus colecciones?

Para crear mis colecciones no solo me baso en un tema determinado, también me dedico a observar detalles que me inspiren. Al final hago un complejo de todo ello y, a partir de ahí, creo cada prenda con cierta coherencia entre unas y otras.


¿Te guías por las tendencias de la temporada para tus diseños?

No sé si sigo las tendencias como tal o, de alguna manera, me vienen impuestas, porque a la hora de elegir los tejidos siempre hay unas normas en cuanto a colores, estampados... A la hora de elegir tejidos y colores, te ves dirigido por las grandes marcas, pues dictan lo que luego encontrarás en las ferias. Después, es en las formas cuando intentas crear algo más innovador y personal, incluso más actualizado. Realmente, no me obsesiona diseñar algo que sea tendencia, pues en el mundo de la costura es diferente; creas algo que el cliente llevará en más de una ocasión.


¿Te influye la gente de la calle a la hora de diseñar?

Siempre tengo en cuenta a la gente porque aquí no hacemos una producción en serie, que luego se venda en tienda, sino que creamos prendas a medida y adaptamos lo que hacemos para cada persona. Así que, desde el primer momento, tienes en cuenta hacia qué público te diriges, aunque después ajustes todavía más esa prenda a un cliente determinado. Al fin y al cabo, quieres que la gente compre tu idea inicial, pero debes amoldarte a ellos.


¿Diseñas para un tipo persona determinado?

En principio, no, pero si que tengo un estilo concreto, sofisticado y desenfadado a su vez. No es un estilo muy marcado, ni excesivamente recargado, sino que consta de líneas sencillas, con un patrón que siente bien y dirigido a cualquier edad. Mi clienta más joven tiene 14 años y la mayor, 84, es decir, no creo que mi firma vaya dirigida a una persona en especial. 

¿Qué importancia tienen los medios de comunicación de cara a tu trabajo?

Para mí lo fundamental es el trabajo de taller, que salga todo bien y la gente se vaya de aquí contenta. Pero es cierto que las redes sociales, los medios de comunicación, etc, son fundamentales. Personas como Eugenia Silva o Paula Ordovás son un trampolín para darte a conocer.


Lo que diseñas está siempre en equilibrio con las tendencias del momento, ¿cómo sabes lo que se llevará dentro de un año cuando estás creando tu colección para la temporada próxima?

Siempre hay marcas que marcan más tendencia que otras y puedes tenerlo en cuenta. Además, las tendencias en colorido se saben con mucha antelación. 
En el caso de mi firma, no hay unos tiempos tan marcados para llegar a tienda porque se trata de una producción a medida. Sin embargo, seis meses antes de presentar una colección, has comprado la telas y los fabricantes de estas ya han decidido los colores utilizados otros seis meses antes. Por ejemplo, para las colecciones que se presentaron en febrero, que estarán en tienda el próximo otoño-invierno, se eligieron las telas en septiembre de 2014 y se decidió qué colores se utilizaban en marzo del mismo año. En definitiva, la tendencia en colores, formas y tejidos ya viene marcada bastante tiempo antes, no se decide a ultima hora.


¿De qué depende que se lleve un color u otro, un material determinado…?

Los fabricantes marcan un punto bastante importante en cuanto a la tendencia. Además, existen revistas o personajes de moda que tienen mucha fuerza y tienen el poder de hacer que algo se compre o no. Ya no solo consiste en que la prenda que lleve determinada famosa se ponga de moda, sino el hecho de que los medios de comunicación más influyentes le den mas importancia a unos lunares, unas rayas o un volante. 

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