Pues bien, como habréis observado ¡no ha llegado el otoño! ¡Ni siquiera es necesaria la chaqueta! Pero nuestras ganas de cambio han llamado a la puerta y, queridos amigos, no seré yo la que me mantenga al margen. Así que, ¡planifiquemos nuestro otoño como si fuera el último de nuestras vidas! Convirtámonos en los más estilosos de la zona, exprimamos nuestro moreno hasta el fin del invierno (quién lo tenga), reencontrémonos con nuestra vida real (la que dura, más o menos, 10 meses al año) y afrontemos el frío y el trabajo con buena cara.
Suena tópico, muy tópico. Definitivamente, ventajista. E incluso podría decirse que suena a cuento. Pero, ¿de verdad estáis dispuestos a desperdiciar esta oportunidad de mejorar en todos los aspectos de la vida? La industria de la moda y del empleo os dan una oportunidad para sacar lo mejor de vosotros mismos y, ¿vosotros os lo estáis pensando? ¡Adelante! Demostrad lo que valéis y manos a la obra. ¡Ha llegado el momento de coger las riendas de nuestra vida!
Y, ¿qué puedo hacer yo para inspiraros positivismo y energías para la rentrée? Pues, como está escrito, proponeros los outfits más cañeros para plantar cara a la depresión postvacacional.
Píntaos los labios, vestid como salidas de una serie de televisión en la que la protagonista consigue su profesión soñada y estrenad zapatos, unos con mucha personalidad y que os hagan pisar fuerte allá donde vayáis. ¿Estáis preparadas?
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