ENTREVISTA A MARCELA MANSERGAS
Su primera creación, una falda azul eléctrico de tubo que ahora ni siquiera conserva, aunque le encantaría volver a tenerla en sus manos. Ahora mismo, es diseñadora de moda y ganadora del concurso Who’s on Next de Vogue, un certamen donde se elegía al diseñador español del año. Hablamos de Marcela Mansergas, una valenciana que desde que era una niña apuntaba maneras y es que su madre hacía ropa para niños y su tía vestidos de novia y trajes de fallera, así que empezó pronto a hacerse su propia ropa. Su casa es su taller y su vida, el diseño; y nos lo muestra en cada una de sus palabras apasionadas al hablar de lo que hace. Nos cita un lunes por la tarde en su casa-taller que se encuentra en una de las calles más históricas de la capital española. Desde la misma calle ya podemos visualizar en el balcón un maniquí blanco del que cuelga un sencillo vestido blanco de siluetas puras. Marcela nos acompaña hasta su taller, repleto de los instrumentos necesarios para coser y crear vestidos de ensueño. Con ella está una joven ayudante que continúa planchando mientras nosotras charlamos con Marcela. Cuando era más joven, pasó por la escuela de Arquitectura aunque esta etapa se interrumpió porque comenzó a trabajar para una diseñadora de Madrid. Dice ser diseñadora de vocación y, desde luego, lo refleja en sus palabras.
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del diseño de
moda?
Pues mira empecé hace ya
muchos años. Fue un poco, ¿esto que llaman vocación? Pues eso. Porque si nos
ponemos a pensar dónde empezó, no lo tengo claro ni yo. Lo he visto en mi casa
desde siempre y a los catorce años me empecé a interesar por ello, pero más de
una manera artesanal que como una carrera. Aunque claro, como era el oficio de
mi madre y mi tía, era para mi normal. Como un hijo que nace en casa de un
zapatero, estás acostumbrado a verlo. Lo entendí siempre como un oficio. Cuando
empecé me lo tomé como cualquier madre de nuestra generación que se hace una
falda en su casa. Lo que pasa que eso se fue convirtiendo en una pasión y allí
seguimos todavía.
¿Te acuerdas de tu primera creación?
Sí, esa misma falda. Que
ahora mismo podría ser horrorosa. Pero bueno, era una falda tubo en azul
eléctrico. La recuerdo perfectamente, de un tejido super elástico. Sí, claro
que me acuerdo de ella. Me encantaría tenerla, aunque a lo mejor, hoy en día,
la veo y me río.
¿Qué proyectos has realizado?
A ver, he trabajado en
muchos campos. Yo creo que he tenido una carrera muy variada. Hoy me he
dedicado a esto, mañana me he dedicado a lo otro…Primero empecé haciendo
vestuarios para presentaciones de eventos, porque me divertían las cosas como
muy locas. Lo que pasa es que cuando te ves más suelto quieres seguir por tu
cuenta, así que, ya empecé con las colecciones, con el “a medida”. Pero bueno
he tocado un poco de todo. Teatro, televisión, publicidad, he tocado también
danza, el cual es un mundo muy curioso porque no tiene nada que ver con los
vestidos corrientes de la calle. Pero luego cada vez quieres más y más y lo
máximo a lo que se puede aspirar, yo creo que es dedicarte a hacer tus
colecciones, trabajar a medida y conseguir buenos acabados.
¿Cómo ha sido diseñar para Amaral?
Fue una experiencia muy
bonita. Yo creo que terminó siendo un compendio de todo porque nos entendimos
perfectamente. Siempre se dice que a lo largo de tu trayectoria hay trabajos
que recuerdas mejor que otros y la verdad que este fue, tanto por su parte como
por la mía, muy satisfactorio y constructivo.
¿Y fue para una gira?
Sí, para la gira del disco
hacia lo salvaje que ha sido el último. Ella todavía está de gira y acaba de
venir de las Americas.
¿En qué te inspiras a la hora de diseñar tus
vestidos?
En todo y en nada. Yo es que
digo que la inspiración está en la calle, o sea en un libro, en una película,
en un jardín, en un paisaje… Está en cualquier sitio. Entonces, es algo que tú ves en ese momento y
que te enciende la bombilla. Hoy, te la puede encender un edificio, mañana un
cuadro, pasado mañana te la puede encender una foto de cualquier fotógrafo. Está
en la calle, pero claro tienes que saber captarla. Es algo que te dice ¡PIN!, y
a partir de ahí vas desarrollando una idea.
¿Cómo definirías las prendas que diseñas?
No me gusta encasillarme en
ningún estilo, porque creo que todo diseñador tiene mogollón de estilos. Evidentemente, cada uno tiene su propio sello.
Pero, hoy te da por los años 50 y mañana te da por el rock and roll. Yo creo
que va según la década en la que vives, pues la moda cambia continuamente. Además,
es divertido que los diseños cambien con el paso del tiempo. Y, claro, tú creas
tu pequeño sello o tu manera de trabajar, pero lo que hace que una prenda sea
tuya son los acabados, las texturas, los tejidos… Diseñar siempre lo mismo me
parece aburrido.
¿Qué significó para ti haber sido elegida diseñadora
revelación del año en el concurso Who’s on next?
Fue algo precioso, para que
nos vamos a engañar. Es como que alguien que se dedica a la moda cree en lo que
tú haces y apuesta por ti. Te abre un camino difícil. Porque el camino de
cualquier oficio lo es. Entonces, cuando alguien confía en ti, y más aún si es de
las primeras personas que te tienden la mano y que te ayudan, lo recibes con
gran agradecimiento. Puede que sea uno de los mejores premios que vaya a
recibir en mi vida, porque ninguno es como el primero.
¿Hubo premio?
Sí, ahí lo tienes (señalando
su trofeo). También, un apoyo mediático y un respaldo de Vogue durante un año
de todo lo que voy realizando. A parte, te asesoran dentro de Vogue de cuales
son los caminos que tienes que tomar, o qué es lo que te conviene y lo que no.
Cualquier duda que tengas, ellos te ayudan. Y, además, me dieron una
remuneración económica.
¿Por qué es tan complicado trabajar en el mundo de la
moda?
¿Es tan complicado? A ver,
yo no creo que sea tan complicado. Hay mucha demanda pero como en todo, ahora
mismo. Pero complicado no creo que sea.
¿Has pasado muchas dificultades como diseñadora?
Es que el que diga que no
las ha tenido, miente. Porque son caminos complicados. Además, cuando tú
decides lanzar tu propia marca y elegir llevar un camino en solitario te entran
dudas y piensas, ¿valdré?, ¿no valdré?, ¿estará bien?, ¿no lo estará?...
¿El diseñador nace o se hace?
Creo que las dos cosas, nace
y se hace. Nace porque evidentemente es algo que te tiene que gustar, ya que es
un trabajo muy sacrificado. Crees que tardarás cuatro horas en hacer un vestido
pero es mentira, siempre tardas ocho. Con lo cual las previsiones de tiempo no
existen, son un poco efímeras. Tienes que tener algo dentro, como en todas las
profesiones, tampoco me gusta hacer el diseño de moda como algo especial porque
no lo considero así. Luego vas haciéndote con el tiempo, con la experiencia y
con los cabezazos que te vas dando contra una pared. Y de ahí vas aprendiendo y
haciéndote. Pero, como en todos los oficios, te tiene que gustar.
¿Dónde podemos encontrar tus creaciones?
En la tienda Pez a partir de
la semana que viene y aquí en mi taller; y espero que próximamente online.
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