Los comienzos, un poco más duros, con la elaboración de prendas más complicadas. Pasando por estampados florales y tonalidades verdes y rosas. Para terminar con prendas más sencillas y con mucha caída, prendas que vuelan.
Álvaro se inspira en una historia de amor que nace del bosque y busca su punto de fuga hacia la luz. Por ello, la gama de colores empieza en negro y acaba en blanco, mostrando esa dualidad entre lo malo y lo bueno.
El recinto se llenó de tudelanos que quisieron presenciar el trabajo del joven estudiante de diseño de moda en Madrid. El acto comenzó con la actuación de una cantante y dos bailarinas, que lucían unos bodys negros de pedrería, realizados también por Álvaro Forcada, y que dieron paso al desfile.
Con una música, también dedicada al amor, se presentaron quince vestidos de una línea clásica y muy femenina, pero con un punto atrevido que se vio en bodys, espaldas eternas y un vestido transparente de aplicaciones artesanales, que nos dejó con un buen sabor de boca. Las melenas voluminosas y rizadas fueron el contrapunto a vestidos sencillos y elegantes.
Álvaro nos hizo soñar con sus vestidos, dirigidos a todas las mujeres que les guste vestir de manera especial y que valoren el trabajo de un buen diseño hecho a mano. Diseños que sientan bien a todas, sin importar la talla ni la edad. Álvaro Forcada triunfó en la pasarela y dejó en la mente de todos una misma idea: ¡su carrera promete!
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