En una de las calles más
transitadas de Tudela y con un encanto muy especial, se sitúa una pequeña
tienda llamada Fiorenccia cuya elegancia, ya de entrada, te invita a pasar a
descubrirla. Basada sobre todo en joyería, decoración, complementos y regalos,
esta tienda contiene una selección muy cuidada de productos únicos. La dueña,
Marisa Burgos, nos sorprende con una sonrisa y una historia preciosa por
contar. Su punto fuerte es el trato personalizado a cada persona que cruza la
puerta de entrada y lo que más nos gusta, el poder atrayente de sus joyas.
¿Quieres seguir conociendo esta maravillosa tienda?
Se huele en el ambiente,
Fiorenccia nace como fruto del esfuerzo hecho por Marisa, quien con mucha
ilusión se lanza a montar una tienda tan coqueta como ella. Remontémonos unos
años atrás. Profesora de artes y pintura, comienza a estudiar diseño de
joyas en Zaragoza. Una experiencia muy interesante que culmina con dos meses del todo inspiradores en Milán. De su destreza en el mundo del arte y su nuevo
descubrimiento en la creación de joyas, nace Fiorenccia, destinada a todos los
públicos pero con el punto de actualidad que echábamos de menos en el mundo de
los complementos. Siempre con la promesa de adecuarse a cada estilo y bolsillo,
esta tienda destaca por sus collares, pendientes y pulseras que, además de
llamar la atención, consiguen adaptarse a cualquier contexto y situación.
“En Fiorenccia explicamos lo
que estamos vendiendo. Hoy en día, compras algo y no sabes lo que estás
adquiriendo. Sin embargo, aquí vas a saber qué piedra es y de dónde proviene; y
eso tiene un valor añadido”, explica Marisa mientras nos muestra un collar
repleto de plumas y con una única premisa, la originalidad por encima de todo.
Partiendo de una apuesta por el diseño español, en esta tienda se muestra una
sensibilidad latente por la marca nacional y su calidad. Sin embargo, debido a
su corta pero enriquecedora estancia en Italia, la dueña de la tienda reconoce
tener un cariño especial por la joyería italiana. “Me gustaría
introducirla en mi tienda por ser tan especial e innovadora”, nos cuenta.
Siempre al día de las
tendencias vigentes, Fiorenccia intenta que sus artículos estén en coherencia
con lo que demanda el cliente en cada temporada, para que así sus collares
combinen con lo que está de moda. Ella sabe que la moda marca, "aunque no quieras". Busca, además, que el cliente se lleve un producto exclusivo, que le
distinga y que tenga un toque personal. Seguidora
fiel de todos los artículos que vende en su tienda, Marisa Burgos es la primera
en llevar puestas estas joyas y complementos.“Traes cosas que te gustan y claro
te lo pones, de hecho te lo quedarías todo”.
Promete vender sus propios
diseños más adelante. “Ha sido todo muy rápido, así que, seguiremos vendiendo
el producto de otras casas para ir, poco a poco, introduciendo mis joyas”. De
hecho, la tienda ofrece un servicio personal en ocasiones especiales o incluso
arreglos.
“A lo mejor es una locura en estos tiempos que corren”, dice Marisa cuando le preguntamos por qué abre una tienda de estas características. Pero, desde luego, olvidamos que lo sea cuando nos cuenta emocionada: “Esta tienda ha nacido de un sueño”.