jueves, 16 de febrero de 2012

La Alegría de Vivir


Las sirenas de las ambulancias sonaban en el silencio de la mañana, la oscuridad se hacía hueco entre el desorden de mi habitación y el despertador sonaba interrumpiendo mi sueño, dando comienzo a un nuevo día. Parecía un mañana como otra cualquiera: yo enredada entre las sabanas me negaba a abrir los ojos y descubrir que debía ir a clase, una ducha, colorete y c´est fini, o me daba prisa o no llegaría a la primera hora. En el comedor no había café y era entonces cuando me daba cuenta de la odisea que me esperaba por delante. Unos cuantos minutos de espera en el metro, un calor agobiante que comenzaba a ponerme de mal humor y, para terminar, un camino hasta la puerta de mi facultad del todo complicado, pues llovía y, lista de mi, no había cogido el paraguas.

Una lista inmensa de clases en las que nunca veía el fin. Un gran número de prácticas desmoralizadoras. Enfados de profesores. Cosas insignificantes al fin y al cabo, pero hechos que sumaban razones a mi enfado. ¿Por qué? Ni yo lo sabía.

Por fin, se acababan las horas de suplicio. Una agradable comida con mis amigas, como cada martes, y a casa. O eso pensaba yo. El transcurso del día iba mejorando y, para mi alegría, me esperaba una charla con café del todo interesante. Después de haber descubierto que el día terminaría bien, decidía irme a estudiar, como chica responsable. Una vez en el metro, maloliente y sucio como siempre, vuelta a la asquerosa rutina y a la tristeza anterior. ¿Que diablos estaba pasando?

El mp3, por ciencia infusa, decidió regalarme una desconocida canción del todo relajante, que me hizo cambiar de actitud. Momento de pausa y... ACCIÓN, cambio de rumbo y dirección a otra parte, ¿dónde?, el tiempo lo diría. La simpleza de los rostros de los ciudadanos que paseaban por mi lado, eran totalmente contrapuestos a mi y hacía unos minutos era yo la que destacaba ante los demás con mi semblante oscuro y desencajado. Ahora podía notar cada pequeño detalle del momento y lo vivía como si volviese a ser la primera vez...

La primera vez que alguien me sonreía, la primera vez que alguien me esperaba a mi llegada, la primera vez que era feliz...