jueves, 7 de mayo de 2015

La historia del plisado


Quizás la falda de pliegues sea una de las prendas más tradicionales que existen. Es protagonista de trajes regionales, como el de pamplonica, se utiliza para uniformes del colegio, son las faldas de nuestras abuelas, pero también las de las más jovencitas. Estos versátiles pliegues son muy recurrentes pero, ¿de dónde proceden?

La bonita historia del plisado llega desde un artista polifacético español, Mario Fortuny. Este genio patrio patentó en 1909 el vestido Delphos, una túnica de seda plisada con forma de chitón jónico, un tipo de indumentaria griega. El Delphos se caracteriza por su fino plisado, resultado de una técnica secreta, que todavía no se ha descifrado. Y, ¿qué es lo que tiene de especial? Unos pliegues que perduran en el tiempo, desde hace más de un siglo, y que siguen vistiendo a famosas actrices sin que se note el paso del tiempo. ¿No os parece una maravilla? Tantos años volviéndonos locas a la hora de planchar este tipo de prendas y el diseñador Mario Fortuny ya descubrió una solución hace más de cien años.

Otra de las curiosidades que esconde la historia de Fortuny son los colores. Sus vestidos cambiaban de color según el movimiento de estos y la luz que se reflejaba en el vestido. ¡Una auténtica innovación!





Pero es que, además, este vestido fue una pieza clave en el famoso libro "El tiempo entre costuras", de María Dueñas, del que se hizo una serie de televisión protagonizada por Adriana Ugarte. ¿Os acordáis del vestido que lucía Rosalinda Fox en una de las fiestas? (aparece en la siguiente foto). Este fue un falso delphos creado por la costurera Sira Quiroga, quien intentó simular la técnica de los pliegues de Fortuny.



El diseñador Issey Miyake volvió a poner de moda los pliegues en los años 60 con creaciones muy vanguardistas que rendían homenaje al origami.




Ya puedes vestir una prenda con pliegues, pero ahora sabiendo de dónde procede, ¿no es interesante?
















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